Conocí a John Irving como autor con
la que es, sin duda, su mejor novela: El
mundo según Garp. Desde entonces he leído casi todos sus libros intentando
encontrar entre sus obras una con la misma calidad insuperable de la primera
(que en realidad es su cuarta y data de 1978), pero, como acabo de decir, El mundo según Garp sigue siendo eso:
insuperable.
En cualquier caso, de todas las novelas
que he leído de John Irving (y son muchas y muy conocidas, de hecho se han
hecho versiones cinematográficas de algunas de ellas, posiblemente de las más
conocidas sea Príncipes de Maine, reyes
de Nueva Inglaterra), La última noche
en Twisted River es la que más se acerca a esa perfección que consiguió con la otra (aunque sin conseguirlo, todo
hay que decirlo). De hecho son innumerables los paralelismos que existen entre
ambas.
La historia arranca con la muerte de
Angel Pope por un accidente laboral y esta muerte, que en un principio parece
ser casi anecdótica, marcará el transcurso de la novela y todas las pérdidas
que se suceden a lo largo de la historia. Los protagonistas, Dominic y Danny
Baciagalupo, padre e hijo, respectivamente, se ven forzados a huir de Twisted
River (donde viven y trabajan) tras la muerte también accidental de Jane la
Piel Roja a manos de Danny, que entonces cuenta con doce años. La huida se
prolongará 47 años, durante los cuales se irán mudando de sitio, conociendo
nuevos lugares y nuevos personajes que enriquecerán no sólo sus vidas, sino
también el argumento de la obra y, por tanto, la lectura para el lector. Pero
sus vidas están marcadas por los accidentes desde el principio, incluso antes
del de Angel Pope, y éstos seguirán ocurriendo hasta el final. Sólo la llegada
(o reencuentro) de Amy, la Señora del Cielo, dará a la historia y a Danny la
paz y la esperanza que un nuevo comienzo trae consigo.
John Irving hace revivir con esta
novela algunos de los mejores episodios de El
mundo según Garp, con la que es inevitable hacer paralelismos: ambos
protagonistas se hacen escritores, su historia se relata desde incluso antes de
sus nacimientos, el accidente que marca el cambio radical de rumbo en la vida
de ambos se da durante un acto sexual, entre otras similitudes.
Una de las mejores características
de la prosa de Irving es, sin duda, su capacidad descriptiva a través de
aparentes anécdotas con las que se va conociendo a los personajes poco a poco e hilando las historias.
Los detalles son parte importante en este proceso, y no pueden ni deben pasar
desapercibidos porque en muchas ocasiones son clave para entender el contexto y
la psicología de los protagonistas, así como predecir acontecimientos futuros.
En esta obra hay mucho de literatura
dentro de la literatura, es decir, aprovechando el hecho de que Danny de mayor
se hace escritor, el autor se adentra (aunque no profundamente) en el proceso
creativo, así como en el mundo de la crítica literaria y del reconocimiento. Al
final se trata de una novela dentro de una novela, cuando Danny comprende que
tiene que empezar contando toda la historia desde el principio.
En definitiva, la lectura de La última noche en Twisted River es más
que recomendable. Es un libro con el que se disfruta desde la primera página
hasta la última, es rico en detalles y sutilezas, de anécdotas y giros, incluso
de historia (no olvidemos que al fin y al cabo se trata de un viaje-huida que
dura casi cinco décadas); todo ello hace de esta obra un libro más que digno de
formar parte del bagaje literario de cualquier buen lector.
Autor: John Irving
Título original: Last Night in Twisted River
Editorial: Tusquets Editores S.A. 2010
ISBN: 978-84-8383-238-7
Título original: Last Night in Twisted River
Editorial: Tusquets Editores S.A. 2010
ISBN: 978-84-8383-238-7
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