jueves, 15 de noviembre de 2012

La última noche en Twisted River





Conocí a John Irving como autor con la que es, sin duda, su mejor novela: El mundo según Garp. Desde entonces he leído casi todos sus libros intentando encontrar entre sus obras una con la misma calidad insuperable de la primera (que en realidad es su cuarta y data de 1978), pero, como acabo de decir, El mundo según Garp sigue siendo eso: insuperable.
En cualquier caso, de todas las novelas que he leído de John Irving (y son muchas y muy conocidas, de hecho se han hecho versiones cinematográficas de algunas de ellas, posiblemente de las más conocidas sea Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra), La última noche en Twisted River es la que más se acerca a esa perfección que consiguió con la otra (aunque sin conseguirlo, todo hay que decirlo). De hecho son innumerables los paralelismos que existen entre ambas.
La historia arranca con la muerte de Angel Pope por un accidente laboral y esta muerte, que en un principio parece ser casi anecdótica, marcará el transcurso de la novela y todas las pérdidas que se suceden a lo largo de la historia. Los protagonistas, Dominic y Danny Baciagalupo, padre e hijo, respectivamente, se ven forzados a huir de Twisted River (donde viven y trabajan) tras la muerte también accidental de Jane la Piel Roja a manos de Danny, que entonces cuenta con doce años. La huida se prolongará 47 años, durante los cuales se irán mudando de sitio, conociendo nuevos lugares y nuevos personajes que enriquecerán no sólo sus vidas, sino también el argumento de la obra y, por tanto, la lectura para el lector. Pero sus vidas están marcadas por los accidentes desde el principio, incluso antes del de Angel Pope, y éstos seguirán ocurriendo hasta el final. Sólo la llegada (o reencuentro) de Amy, la Señora del Cielo, dará a la historia y a Danny la paz y la esperanza que un nuevo comienzo trae consigo.
John Irving hace revivir con esta novela algunos de los mejores episodios de El mundo según Garp, con la que es inevitable hacer paralelismos: ambos protagonistas se hacen escritores, su historia se relata desde incluso antes de sus nacimientos, el accidente que marca el cambio radical de rumbo en la vida de ambos se da durante un acto sexual, entre otras similitudes.
Una de las mejores características de la prosa de Irving es, sin duda, su capacidad descriptiva a través de aparentes anécdotas con las que se va conociendo a los personajes poco a poco e hilando las historias. Los detalles son parte importante en este proceso, y no pueden ni deben pasar desapercibidos porque en muchas ocasiones son clave para entender el contexto y la psicología de los protagonistas, así como predecir acontecimientos futuros.
En esta obra hay mucho de literatura dentro de la literatura, es decir, aprovechando el hecho de que Danny de mayor se hace escritor, el autor se adentra (aunque no profundamente) en el proceso creativo, así como en el mundo de la crítica literaria y del reconocimiento. Al final se trata de una novela dentro de una novela, cuando Danny comprende que tiene que empezar contando toda la historia desde el principio.
En definitiva, la lectura de La última noche en Twisted River es más que recomendable. Es un libro con el que se disfruta desde la primera página hasta la última, es rico en detalles y sutilezas, de anécdotas y giros, incluso de historia (no olvidemos que al fin y al cabo se trata de un viaje-huida que dura casi cinco décadas); todo ello hace de esta obra un libro más que digno de formar parte del bagaje literario de cualquier buen lector.

Autor: John Irving
Título original: Last Night in Twisted River
Editorial: Tusquets Editores S.A. 2010
ISBN: 978-84-8383-238-7

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