Con la quinta novela de Phileppe
Claudel (para mi gusto la mejor de las tres suyas que he leído, que son las que
están editadas en español), este autor francés nacido en 1962 nos sorprende con
una historia ambientada en una pequeña población francesa cerca de la línea de
frente de la Primera Guerra Mundial.
En el pueblo se comete el asesinato
de una niña de unos 10 años y el protagonista, que no es otro que el policía
del municipio, empieza a hacer una búsqueda de pistas, posibles culpables,
testigos e implicados. El fiscal, Destinat, se convierte en un posible
sospechoso, pero la detención de dos desertores y la confesión de ambos (tras
tortura en el caso de uno de ellos) parece cerrar la investigación. No será así
para el protagonista, que obsesionado por los hechos y con la mala conciencia
de lo acontecido no deja de indagar hasta llegar a un sorprendente final que,
en el fondo, ya importa poco. Y todo esto mientras su propia vida personal se
derrumba a la par que los acontecimientos se van sucediendo y la guerra se hace
eco a través del ruido de los cañones.
Desde la aparición del cadáver de
Belle de Jour ya se establecen dos de las constantes de la novela: el vacío y
el frío, que continuarán a lo largo de la narración e hilarán la misma, sobre
todo el frío, presente en cada instante, muy especialmente en los momentos
clave. La tercera constante será el color gris que da título a la novela: “Las
cosas no son ni blancas ni negras, lo que reina es el gris. Los hombres, sus
almas…, pasa lo mismo. Tú eres un alma gris, rematadamente gris, como todos
nosotros”.
A lo largo de la novela se suceden
las pérdidas. Pero es la muerte de tres mujeres las que determinan el
comportamiento de la mayoría de los personajes: la niña Belle de Jour, Clémence
(la esposa del policía) y Lysia Verhareine, la profesora recién llegada al
pueblo. Así, además, la guerra no deja de estar presente, aparentemente es sólo
un eco, pero sobrevuela cada palabra y cada movimiento, prueba de ello es que,
aunque la ofensiva bélica no es causa directa de dichas pérdidas, sí son
consecuencia de ella.
Claudel utiliza la primera persona
en la narración con un acierto indiscutible. El uso de la misma embellece la
prosa de tal forma que ésta se llena de sutilezas, de ternura, de sinceridad
descarnada e incluso de remordimientos, capas que se sobreponen a una profunda tristeza
que no deja de ser otra cosa que rendición. La prosa es el personaje mismo y el
personaje es la prosa a través de la que se expresa, de modo que pasan a ser
inseparables e indistinguibles, uno solo. Ahí estriba gran parte de la belleza
de esta obra.
El uso del tiempo presente en
algunos momentos fija el instante, la intención o la sospecha de la misma, da
fuerza y consistencia, como una tercera dimensión, a los acontecimientos y a
los personajes, lo que los convierten en puntos fijos en el tiempo y en la memoria,
eternos en el presente del narrador que no consigue librarse de ellos pero sí llenarlo de dudas.
Es al final de la obra cuando se
descubre algunos de los secretos del fiscal Destinat, haciéndose imposible
dejar de hacer paralelismos con el narrador, protagonista sin nombre pero con
todo el peso de la novela sobre él.
Almas grises es una de esas pequeñas
obras en apariencia (sólo 222 páginas) pero grandes en su contenido, que se
leen de un tirón y dejan un regusto no sólo de haber descubierto una gran obra
de la literatura francesa actual, sino de haber atravesado un alma completa,
dejándote sin respiración al hacerlo. Indispensable.Autor: Philippe Claudel
Título original: Les âmes grises
Editorial: Ediciones Salamandra 2005
ISBN: 84-96333-91-4
Vamos a leerlo, luego te cuento.
ResponderEliminarEspero que te guste. Por mi reseña ya habrás deducido que a mí me embelesó
EliminarTe ha faltado decir que fue un descubirmiento mio. Para un libro que te recomiendo....
ResponderEliminarComparto: es indispensable
Tienes toda la razón!! Y eso que me resistí un poco al principio...
EliminarPues con algo de retraso porque fue necesario buscarlo lo he empezado, llevo como un treinta por ciento (esto es estadistica y jay musho numero) y no puedo leerlo en la cama antes de dormir porque no podria dejar de leerlo y no dormiria.
ResponderEliminarEn resumen me gusta mucho,cuando lo termine ... mas.
Me alegra saber que te está gustando tanto. Supongo que ya lo habrás terminado, así que ya me contarás.
EliminarUn poco tarde pero como ya sabes las fiestas, y todo lo demás no dejan de provocar interferencias y eso. Bueno a lo que vamos, termine almas grises y me encantó. Efectivamente todo en el es gris, al menos es el color que te viene a la mente durante toda la lectura.Una atmosfera tenebrosa, triste si quieres, amarga muchas veces. Unos personajes rotundos, de trazos gruesos, abocetados casi, que cumplen su papel en la narración a la perfección, nos sumergen en un pueblo en blanco y negro, neblinoso, triste.
ResponderEliminarBuen análisis.
EliminarMe alegro de que te haya gustado tanto. Espero que sigamos comentando más libros.
Un abrazo.