Para los amantes de las espinacas y el queso, como es mi caso, este plato es una excelente y riquísima idea. La vinagreta con la que se acompaña se puede incluir o no, eso va al gusto, pero en esta época calurosa del año a mí la vinagreta me resulta un acompañamiento fresquito y buenísimo. Ya me contaréis.
Ingredientes:
- 1 lámina de masa brisa fresca
- 500 gr de espinacas frescas
- 200 gr de queso cheddar
- 4 huevos
- 200 ml de nata líquida
- aceite virgen extra
- sal
- 1 tomate grande
- 25 gr de piñones (sin cáscara)
- 25 gr de cacahuetes (sin cáscara)
- 25 gr de maíz tostado
- vinagre
- sal
- aceite virgen extra
Se pone la masa brisa sobre un molde de horno y se extiende con los dedos hasta cubrirlo. Se recorta lo que sobra si es así y se ponen garbanzos crudos por toda la surerficie para que no suba. Se hornea a 180º durante 15 minutos. Transcurrido este tiempo se deja enfriar y se retiran los garbanzos.
Mientras se trocea el tomate y se pone en un bol. Se añaden, ya picados, los piñones, los cacahuetes y el maíz. Se incorpora aceite, vinagre y sal al gusto, se mezcla bien y se deja macerar.
En un wok o sartén se pochan las espinacas con un chorreón de aceite y sal.
En un bol se baten los huevos y se mezcla luego con la nata. Se vuelve a batir para que quede bien mezclado. Se añade el queso troceado y se vuelve a mezclar. Se incorporan las espinacas ya pochadas y se mezcla todo nuevamente.
Se vierte la mezcla sobre la masa brisa ya horneada y se introduce en el horno precalentado. Se hornea durante 25 minutos a 180º.
Se sirve con la vinagreta de acompañamiento.
Mmmm, qué rico!!!
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