Gazpacho andaluz

Ya estamos en verano, la verdad que desde hace bastante tiempo ya, al menos aquí en Sevilla. Así que es hora de contaros cómo hacer un gazpacho andaluz fresquito, que no engorda (pues yo lo hago sin pan) y que es apto para todo tipo de estómagos.

Ingredientes:

• 1 kg y 1/2 de tomates rojos y enteros
• 1 cebolla mediana
• 1 diente y 1/2 de ajo
• 1 pimiento verde mediano
• 1/2 pepino (opcional)
• 1 vaso y 1/2 de aceite de oliva virgen extra
• 1 cucharada sopera y 1/2 de vinagre de Jerez reserva.
• sal

Primero se trocean los tomates en 4 ó 5 trozos.

Se pela el ajo y se quita la hebra de dentro (para que no se repita). Se trocean también el pimiento y la cebolla. Se incorpora todo junto en un bol grande. Si se añade el pepino (yo no lo pongo porque tengo estómagos delicados en casa y el pepino no les sienta bien) hay que quitarle la piel primero.

Se añade el aceite, la sal al gusto y el vinagre. Con la ayuda de un cucharón se va poniendo en una batidora de vaso (yo necesito hacerlo en tres tandas) y se bate durante varios minutos (3 ó 4, es uno de los trucos para que salga espesito y se mezclen bien todos los ingredientes. Se necesita por tanto una batidora con una buena resistencia).

Se saca de la batidora y se echa en un chino o pasapuré que estará previamente colocado sobre otro recipiente (otro bol grande o un tupperware grande). Se pasa por el pasapuré todo el gazpacho batido y, una vez hecho esto con todo, se vuelve a verter en el primer recipiente o bol para que aproveche bien el aceite y el vinagre que ha quedado en él. Se mezcla bien.

Con la ayuda del mismo cucharón, se vuelve a introducir en la batidora de vaso y se bate todo de nuevo otros 3 ó 4 minutos (esta vez se necesita sólo dos tandas), así queda suave al paladar y exquisito.

Se vierte en el recipiente final (en el que se va a guardar, yo utilizo un tupperware grande) y se mete en el frigorífico.

Una vez frío estará listo para comer. A nosotros nos gusta tomarlo (como plato de cuchara) con huevo picado y croutons, pero eso va al gusto de cada uno; hay, por ejemplo, a quienes les gusta con uvas.

Y ya veréis qué delicioso y suave. Mmmm, qué rico!!!