Para el veranito no hay nada mejor que un plato que se pueda comer tanto caliente como frío (o temperatura ambiente) y que está tan rico que parece una golosina. Y encima con muchas vitaminas gracias a las verduras que lleva. Ya veréis cómo gusta a todos.
Ingredientes:
- 1 calabacín grande o 2 medianos
- 4 zanahorias
- 300 gr de guisantes congelados
- 300 gr de habichuelas (yo utilizo habichuelas congeladas)
- 1 cebolla grande
- 4 huevos
- 90 gr de jamón en taquitos
- 200 gr de nata
- aceite
- sal
- pimienta
Se sofríe la cebolla picada un par de minutos y luego se añaden el calabacín troceado y sal al gusto. Se cocina a fuego bajo durante unos 10-15 minutos.
Se incorporan las zanahorias troceaditas (yo utilizo una picadora, así los trocitos son más pequeños y tarda menos en hacerse).
Se deja hacer (removiendo de vez en cuando) durante una media hora a fuego medio-bajo. Pasado este tiempo se añaden los guisantes y las habichuelas. Se pocha todo junto durante unos 30-40 minutos a fuego medio-bajo.
Aparte se baten los huevos y, una vez batidos, se incorpora la nata con sal y un poco de pimienta. Se vuelve a batir la mezcla.
En un recipiente grande, se mezclan los huevos y la nata batidos con las verduras. Se añade el jamón en taquitos y se mezcla todo bien.
Se vierte la mezcla en un molde de horno previamente untado de aceite o margarina.
Se introduce el molde en el horno precalentado y se hornea a 180º durante 60 minutos (una hora). Cuando haya acabado, se deja reposar 5 minutos antes de sacarlo del horno.
Una vez fuera, hay que dejar que se enfríe antes de cortarlo, de otra forma se puede deshacer.
Y ya está. A disfrutar! Y qué requete rico que está!!!